«Cuando perdí a mi querida Abuela Francisca, me encontré navegando en un mar de recuerdos y emociones. Buscaba una manera especial de honrar su vida y su legado, y fue entonces cuando descubrí la urna Semper Vivens.»
«La propuesta de Semper Vivens de transformar las cenizas crematorias en la base para el crecimiento de nuevos árboles me cautivó inmediatamente. Era más que una opción ecológica; representaba un puente entre el pasado y el futuro, entre la memoria y la esperanza.
El proceso fue profundamente conmovedor y terapéutico. Ver germinar dos hermosos árboles de las cenizas de mi abuela fue una experiencia transformadora. No sólo estaba creando un monumento vivo en su honor, sino que también estaba participando en un acto de amor hacia el planeta.
Cada día, al ver estos árboles crecer, siento que la esencia de mi abuela sigue con nosotros de una manera tangible y vivaz. Semper Vivens no solo me ofreció una forma de recordar a mi abuela, sino que también me brindó consuelo y una nueva perspectiva sobre el ciclo de la vida.
Recomiendo sinceramente Semper Vivens a cualquiera que busque una forma significativa y sostenible de recordar a un ser querido. Es una experiencia que transforma el duelo en crecimiento, el adiós en vida, y la memoria en un legado perdurable.»